¿Qué es la dramatización? 7 Beneficios psicológicos de esta práctica

¿Cómo la puesta en escena te puede ayudar a mejorar tu bienestar emocional y tu desarrollo personal? Descubre las diferentes técnicas de dramatización y cómo te pueden beneficiar.

27 MAY 2021 · Lectura: min.
¿Qué es la dramatización y cómo nos puede ayudar psicológicamente?

Principalmente relacionada con el mundo teatral, la dramatización es una técnica que se puede utilizar en diversos ámbitos para trabajar diferentes aspectos, ya sea en el personal, laboral, afectivo o como herramienta de desarrollo personal.

¿Qué es la dramatización?

La dramatización hace uso de recursos teatrales y escenográficos, permitiendo a la persona representar sus reacciones y comportamientos en determinadas situaciones. A través de monólogos, disfraces e inversión de roles, es posible repensar la relación que uno tiene consigo mismo y con los demás, analizando y buscando formas de mejorarla. La técnica permite experimentar situaciones reales del pasado o imaginar situaciones que pueden ocurrir en el futuro, comprendiendo desde un punto de vista racional para poder trabajarlas y superarlas.

Las sesiones de dramatización pueden realizarse individualmente o en grupo, en las que se define un escenario, quiénes son las personas que intervienen en la representación, cuál será el objeto de la escena, pero sin tener un guión definido. Y es precisamente esta espontaneidad e improvisación la que permitirá la identificación y posterior discusión de los patrones de comportamiento, las limitaciones y las tendencias encontradas. Aunque las escenas son ficticias, se basan en situaciones y puntos cotidianos que la persona desea trabajar. También es posible que la persona no sea consciente de la existencia de estos puntos a trabajar y sólo se detecten durante las sesiones.

La dramatización fue aplicada al universo de la psicología por el psiquiatra rumano Jacob Levy Moreno, en 1932. En ese momento, Moreno trabajó esta herramienta partiendo de la premisa de que no es posible concebir a la persona sin tener en cuenta su relación con el entorno y que no se debe evaluar sus cuestiones sólo desde un punto de vista individual.

A partir de entonces, la dramatización dentro de la psicología (psicodrama) se convirtió en una poderosa herramienta de diagnóstico y tratamiento en diferentes ámbitos, abarcando también el desarrollo relacionado con el campo organizacional.

Las sesiones de juego de roles son dirigidas por un profesional especializado en el área, y constan de tres fases. En la fase de calentamiento, los participantes realizan ejercicios de respiración y movimiento para sentirse más cómodos durante la práctica. En la fase de dramatización es cuando se produce la actuación, que puede estar relacionada con una experiencia vivida o con una situación imaginaria. En la última fase, el eco grupal, los participantes expresan sus experiencias y analizan cómo su comportamiento y emociones son percibidos por los demás y por ellos mismos. Las reflexiones deben tomarse de forma racional, no emocional, para poder trabajar todos los puntos de la forma más productiva posible, sin prejuicios.

¿Qué es la dramatización?

Beneficios de la dramatización

Con las dramatizaciones es posible recopilar información importante a través del lenguaje corporal, de los gestos, de las reacciones espontáneas e improvisadas, de las emociones. De este modo, el individuo se convierte en el protagonista de su proceso terapéutico, detectando cómo se siente y cómo esto afecta a su vida. El objetivo es que la persona realice una inmersión en sus problemas y limitaciones para descubrir qué puede cambiar para mejorar su bienestar emocional y su calidad de vida. Y, en este sentido, los beneficios de la técnica son innumerables.

1. Ampliar el autoconocimiento

Se puede decir que este es uno de los principales beneficios de la dramatización, ya que abre las puertas para trabajar otros muchos factores que dificultan el desarrollo y el bienestar personal. En las escenas, la persona se da cuenta de los comportamientos negativos que había estado repitiendo inconscientemente. Las actitudes, reacciones y emociones, incluso las no expresadas, se hacen visibles, permitiendo a la persona explorarlas y trabajarlas.

2. Gestión de las emociones

Nuestros comportamientos están guiados por nuestras emociones, por eso es tan importante identificarlas, comprenderlas y saber gestionarlas. A través de la dramatización, los sentimientos salen a la luz, incluidos los que habitualmente se omiten, y se percibe su repercusión en las actitudes. Con esta exposición y concienciación se puede trabajar la inteligencia emocional, una habilidad fundamental para los diferentes ámbitos de la vida.

3. Exploración de nuevas perspectivas

Actuar permite experimentar y explorar diferentes situaciones, dentro de diversos contextos, lo que abre la perspectiva en relación con la forma de actuar, interactuar, afrontar los problemas y obstáculos de la vida, buscar mejores formas de relacionarse con el entorno y ampliar la visión que se tiene de uno mismo.

4. Flexibilidad mental

Quien es capaz de visualizar las situaciones desde diferentes perspectivas y es consciente de su comportamiento y sus emociones, amplía su forma de ver y entender lo que le ocurre a él y a los que le rodean. Estar abierto a otros puntos de vista, a otras opiniones y ser flexible es esencial para las relaciones sociales y también para tener una percepción más positiva de uno mismo.   

Beneficios de la dramatización

5. Resolución de conflictos

Este es uno de los puntos más amplios que se pueden trabajar con dramatización, ya que se puede aplicar en las relaciones familiares, afectivas y sociales, así como en el ámbito empresarial. El acto de representar situaciones reales vividas o posibles experiencias futuras nos permite explorar modelos no productivos de resolución de conflictos y desarrollar formas asertivas y saludables de afrontar los problemas. También es una poderosa herramienta para trabajar las habilidades de comunicación y relación interpersonal.

6. Reducción del estrés y la ansiedad

La dramatización se basa en la expresión corporal y en la actuación espontánea, sin prejuicios, lo que genera una notable reducción de los niveles de estrés y ansiedad. Esto se debe a que la persona estará mejor preparada para afrontar las situaciones de su vida cotidiana y con un enfoque más positivo y constructivo.   

7. Tratamiento de los trastornos emocionales y comportamentales

Según los especialistas, la dramatización es un recurso importante para el tratamiento de trastornos, como el TOC, la depresión, las fobias, el trastorno bipolar y el trastorno postraumático, entre otros. La técnica permite explorar estrategias y métodos que conducen a cambios en el comportamiento y la gestión de las emociones, así como al control de los síntomas de estos trastornos.

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Bibliografía del artículo

  • Bases del psicodrama. Adam Blatner. Editorial Pax México, 2005.
  • El psicodrama en la práctica. Adam Blatner. Editorial Pax México, 2005.

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