Ejercicios de PNL: 5 Técnicas para tu superación personal

En la programación neurolingüística (PNL), podemos encontrar una variedad, no solo de técnicas, sino también de ejercicios. Programas diseñados para mejorar la manera en la que nos relacionamos, respondemos al entorno, nos expresamos, etc. Y es que el enfoque de este modelo se basa, no solo en explicar, sino también en moldear.

A continuación, vamos a conocer los diferentes ejercicios de programación neurolingüística que podemos realizar. Recordemos que este modelo está diseñado para redefinir aquellos rasgos individuales de una persona, de modo que esta pueda aproximarse cada vez más al logro de sus metas. Sin más que esta breve reseña, conozcamos el nombre y la aplicación de cada uno de los ejercicios de PNL.

1. Visualización: La solución sobre el problema

Estamos ante una situación problema. Quizás hemos perdido nuestro teléfono, o tal vez estamos perdidos. ¿Qué hacemos ante esto? Es muy probable que irritarnos y comprometer mucho más nuestra efectividad ante la situación. Esto se debe a que nos enfocamos en el problema y su causa, pero no en la solución. Lo primero que debemos entender es que debemos aprender a visualizar la solución y no solamente el problema. Es importante reconocer la gravedad de la situación, pero también es necesario abordar una solución. Para lograr este ejercicio, es preciso poner en práctica las siguientes preguntas:

• ¿Qué está sucediendo?
• ¿Puedo solucionarlo?
• ¿Qué necesito para dar lograrlo?
• ¿De qué manera lo haré?

Internalizar, no solo el problema, sino también la solución, de modo que podamos aprender a afrontar correctamente cualquiera adversidad.

2. Contraprogramación

La contraprogramación es uno de los ejercicios más complejos, pero, al mismo tiempo, uno de los más importantes en la programación neurolingüística. Se trata de nuestras relaciones, específicamente, de la manera en la que logramos tener una conversación efectiva con las personas en nuestro día a día.

Contraprogramar consiste en replantearnos metas, metas asociadas típicamente a las conversaciones que tenemos a diario o a la semana (dependerá de qué tan rápido queramos el resultado). Debemos asumir el ensayo y el error, y en función de nuestros resultados, aumentar cada vez más los intentos por alcanzar nuestras metas. Si nuestra meta es conversar al menos una vez al día con una persona, debemos aumentar gradualmente la meta, pasando a conversar con dos. Avanzaremos así sucesivamente, hasta alcanzar el nivel deseado. Esto lo debemos tener precisado en un papel o pizarra.

3. Activación del VAK (Visual, auditivo y kinestésico)

Existen muchas situaciones que pueden hacernos sentir mucha presión. Sin embargo, son escenarios que necesitamos afrontar ya sea por razones laborales o académicas. Para lograrlo, es necesario controlar de manera eficaz el entorno desde nuestros sentidos, de modo que sea posible dominar nuestra persona. Activaremos nuestro VAK, es decir, nuestros canales de transferencia.

• Dominio del V (Canal visual): Debemos reconocer el espacio en el que vamos a desempeñarnos. Si se trata de un salón de clases, o de una sala de conferencias, podemos recorrer sus espacios, familiarizándonos cada vez más con este. En este punto, identificaremos todos los extremos, así como el lugar más estratégico para nosotros. Si vamos a dar una charla, debemos determinar, por ejemplo, el sitio más atractivo.
• Dominio del A (Canal auditivo): Los pensamientos y las ideas que resuenan en nuestra mente deben disiparse. Para lograrlo, debemos ocupar ese espacio con un sonido o estímulo provocado. La PNL sugiere el uso de estímulos que resulten en un foco de atención para el individuo, es decir, que puedan centrar su atención únicamente en dicho estímulo. Un ejemplo muy simple es tararear su canción favorita. Cuando somos capaces de controlar nuestro canal visual y auditivo, nuestro canal kinestésico, es decir, la expresión de nuestro cuerpo, será virtuosa.

4. Potenciar el recuerdo

Nuestro pasado puede llegar a comprometer nuestro futuro si no aprendemos a controlarlo adecuadamente. Sin embargo, podemos controlar esta situación si aprendemos a configurar, lo que desde la PNL se denomina, las submodalidades de nuestros recuerdos. En primer lugar, vamos a acordar que las submodalidades son condiciones binarias con respecto a una cualidad o situación.

Por ejemplo, puede ser de “noche” o de “día”. Estas son submodalidades del tiempo, y de esta misma manera, algo puede ser “frío” o “caliente”. Nuestro trabajo en este ejercicio será modificar la submodalidades de nuestros recuerdos, de modo que podamos cambiar nuestro bienestar y deshacer los recuerdos negativos.

El ejercicio es simple. Lo primero que debemos hacer es recordar un momento positivo de nuestra vida. Una situación que nos haga sentir bienestar. Supongamos que este recuerdo es un viaje a la playa. En este caso, pensemos en la imagen de la playa y tratemos de agrandarla tanto como sea posible. De igual manera, incrementemos tanto como sea posible el sonido que recordamos. Concentrémonos tanto como podamos en estos dos canales, aumentando su sonido y sus imágenes. Esto nos permitirá deshacer el recuerdo negativo, brindándonos el bienestar que necesitamos en una situación problema.

5. Replantear a lo positivo

Para la PNL, no existen resultados negativos, solo existen resultados. Es un enfoque que nos permitirá valorar las cosas de una óptica más optimista y, en este sentido, más asertiva ante diferentes situaciones. Cuando somos capaces de valorar las virtudes de cualquier escenario, nos acercamos más a nuestros homólogos, lo que nos permitirá dar con mayores responsabilidades.

El ejercicio consiste en dar una óptica diferente a la que naturalmente podemos llegar a generar cuando algo “negativo” ocurre. Por ejemplo, cuando nuestra solicitud hacia un empleo es rechazada, no hay por qué pensar que no somos capaces ni aptos. Simplemente, todavía no contamos con las cualidades necesarias para el cargo.

Cuando somos capaces de configurar algo tan aparentemente simple como lo es nuestra óptica, podemos encontrar un resultado diferente en la manera en la que las experiencias inciden en nuestro bienestar. Cambiar el “no puedo”, por el “no he podido”; o también, el “es muy caro”, por el “necesito un plan para generar el dinero”, son factores determinantes en nuestra conducta.

Pensar bien nos permitirá sentirnos bien, ya que nuestras sensaciones dependen más de nuestros pensamientos que de otros factores. Por esto, replantear a lo positivo es clave para mantener nuestra integridad. Estos han sido los ejercicios más importantes de programación neurolingüística. Podemos aplicarlos por separados o de manera conjunta según sea el caso.