El karma y la terapia regresiva: ¿Cómo se relacionan?
¿Existe una relación entre el karma y la terapia regresiva? ¿Cómo la terapia regresiva te puede ayudar a tener un mejor karma? Descubre cómo mejorar tu karma a través de las regresiones.
La terapia regresiva hace posible que un paciente retroceda a su pasado y rememore momentos singulares, pero también está muy presente en el concepto de vidas pasadas y del karma, entendido este como el espíritu de aquello que somos, nuestra energía según las experiencias que nos han tocado vivir y los actos que nos conforman como personas.
Por tanto, en ese pasado, en esa configuración de nuestro ser más primitivo, de aquello que hace que seamos como somos, la terapia regresiva es una herramienta importante para conocer las vidas pasadas que han contribuido a nuestro karma.
¿Qué es el karma?
El concepto de karma implica aquello que somos por los actos, las palabras y los pensamientos que tenemos, por lo tanto está ligado al ámbito oriental. La palabra, que procede del sánscrito karman, es habitual en la religión budista y en la hinduista, donde el karma se entiende como la energía que todo ser humano tiene y que es consecuencia de sus vivencias, de sus experiencias vitales. Incluso, según afirma la RAE, en algunas culturas es la «fuerza espiritual» que manifiesta todo ser vivo. Por tanto, el concepto de karma está ligado a la reencarnación, pues cada una de estas nuevas vidas suponen un modo de perfeccionar esa energía, de fortalecerla hasta su completa perfección.
De este modo, el karma está influenciado por el nacimiento, las enfermedades, la vejez y la propia muerte, con los conceptos de causa y efecto, y con las acciones que hemos llevado a cabo en vidas pasadas. ¿Qué quiere decir esto? Que en función de cómo nos hayamos comportado en nuestras vidas anteriores, cuando hemos ocupado otros cuerpos y nos hemos reencarnado en otras personas, así nos irá en el presente. Es decir, que todo lo que nos sucede ahora, lo bueno y lo malo, guarda relación con nuestros actos pasados, son consecuencia de esa energía anterior.
Precisamente por ello, las religiones monoteístas como el judaísmo, el cristianismo y el islamismo no aceptan la creencia de ese karma, pues para estas creencias no existen vidas pasadas, sino un paraíso y un infierno que sucede tras la muerte y que tiene que ver con nuestra actitud en el mundo terrenal. Nada que ver con la energía y la reencarnación, concepto este último contrario a estas religiones abrahámicas.
¿Cómo funciona el karma?
Ya hemos hablado de la contraposición del concepto de karma a las religiones politeístas, donde un único Dios controla el designio de los hombres. En el hinduismo y el budismo no existe tal creencia, sino que los hombres son libres de actuar de un modo u otro, de hacer el bien y el mal. Y estos actos tendrán consecuencias no solo en el presente, sin también en el futuro.
Dependiendo de esos actos, de esas acciones negativas o positivas, sus hechos en otras vidas serán diferentes. Es decir, cada persona es responsable de sus actos y en función de cuáles sean estos, así serán sus consecuencias: buenas y satisfactorias o malas y negativas para él y los suyos.
Ello explica por qué a algunas personas les ocurren cosas malas y a otras buenas. Si en cualquier religión monoteísta la mala suerte, las penurias y calamidades, los desastres, las enfermedades y las muertes pueden interpretarse, y de hecho en muchas ocasiones así lo hacen, como castigos divinos, por pecadores, por infieles, por impuros, en las religiones orientales esa mala suerte, ese mal karma esconde su explicación en hechos pasados, en errores o malas decisiones tomadas en una vida anterior. Solo así se explicaría para ellos que a personas buenas les sucedan tragedias y pasen por sucesos dolorosos. Entendido así, esa mala suerte es su pago por algo que ha cometido en una vida anterior, tal vez reencarnado en otra persona, y no un castigo divino por ir contra el prójimo.
Pero ¿por qué en el presente o en el futuro sufrimos debido a un mal karma por decisiones o sucesos pasados que hemos experimentado en otro cuerpo y con otra persona? Porque los hechos que revisten cierta maldad, gravedad o han provocado daños certeros sobre personas, hay que pagarlos durante varias vidas. Por tanto, sí son entendidos como castigos, pero no divinos, sino ancestrales, cósmicos, de energía… Eso es el karma.
¿Cuál es la relación entre karma y terapia regresiva?
Obviamente, la relación está clara cuando se entiende que el presente, que la suerte del este momento o del futuro tiene que ver con lo experimentado en el pasado, con el modo en el que hemos vivido una vida anterior reencarnado en otra persona. Solo entendiendo esto, podemos aceptar la importancia de las terapias regresivas para conocer el porqué de muchos problemas que afectan a determinadas personas. Por ello, los terapeutas recurren a esta herramienta para averiguar traumas y situaciones dolorosas que explican miedos, fobias, y comportamientos futuros que tienen difícil interpretación y comprensión y que, a priori, no guardan relación con un suceso que haya vivido el sujeto en su vida actual.
Para ello, el psicólogo especializado en este método, la terapia regresiva, induce al paciente a un estado de seminconsciencia, de trance o de hipnosis controlada para, por medio de preguntas, conocer sus recuerdos y cuáles han sido sus vidas anteriores o reencarnaciones. De este modo, el terapeuta querrá saber cómo fue su infancia y se retrotraerá a momentos que ni siquiera el sujeto es capaz de recordar, pero que a él pueden ayudarlo a comprender la disfuncionalidad o alteración que presenta en la vida actual el individuo. Y mientras el profesional profundiza en su mente, en sus recuerdos, el sujeto empieza a entender algunos sucesos y siente paz, calma.
Una vez que el terapeuta así lo considere, el paciente irá despertando bajo la atención del profesional. Entonces puede que recuerde la sesión y comprenda por qué le ocurre algo o por qué siente esa fobia. Y sabrá que es irracional, que no ocurrió en esa vida, que es una consecuencia de una vida pasada y podrá superarla para dejarla atrás. Por esta razón, muchos expertos confían en esta terapia para sanar con vidas pasadas el karma de sus pacientes.