¿Cómo educar con inteligencia emocional?

La inteligencia emocional es una habilidad que puede ser trabajada. ¿Estás preparado/a para apoyar a tus hijos en este proceso? Te ofrecemos consejos prácticas para lograrlo.

23 MAR 2021 · Lectura: min.
¿Cómo educar con inteligencia emocional?

La inteligencia emocional no es un concepto nuevo. Se refiere a la capacidad de percibir, procesar y regular emociones y sentimientos, permitiendo una vida más equilibrada y feliz. Cuándo educamos con inteligencia emocional, a parte de fortalecer el vínculo con los más pequeños, permitimos que ellos disfruten de los beneficios que esta capacidad propicia, empezando por el autoconocimiento y la autoconfianza.

Los especialistas garantizan que aprovechar la infancia para trabajar la inteligencia emocional es recomendable y oportuno. Los niños estarán más preparados para las situaciones de convivio social y para los desafíos de esta edad - todas las descubiertas sobre sí mismo y los demás, pudiendo regular mejor sus emociones y reacciones. 

Los beneficios de educar con inteligencia emocional empezarían en la infancia pero perdurarían por todas las etapas de la vida, culminando en adultos más seguros y felices.

¿Para qué sirve la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional nos enseña a identificar emociones, etiquetarlas adecuadamente y usar este vocabulario emocional para guiar nuestro pensamiento y comportamiento. Es lo que permite manejar las emociones de forma positiva, en función de las circunstancias.

La inteligencia emocional ayuda a aliviar el estrés, permite comunicarse de forma eficaz, potencia la resiliencia, pero sobre todo, ayuda a empatizar con los demás y a minimizar los conflictos.

Entre otras cosas, la inteligencia emocional influye en lo bien que te conectas con los demás. Cuando puedes evaluar y entender con precisión lo que otros están experimentando emocionalmente, eres más capaz de empatizar y construir una relación.”

¿Cómo educar en inteligencia emocional?

¿Cómo educar las emociones?

La educación emocional es un proceso continuo. El principal objetivo es trabajar las competencias emocionales y potenciarlas como un elemento indispensable para el desarrollo, al entenderla como el mejor recurso para aumentar el bienestar social y emocional y preparar la persona para las adversidades de la vida, independientemente de la edad. Estos son algunos puntos clave para lograrlo:

1. Reconocer las propias emociones

El primer paso para establecer las bases de la educación emocional es ayudar al niño/a a ampliar el conocimiento sobre sus propias emociones, ofreciendo los recursos necesarios para nombrarlas y comprender de dónde vienen y por qué.

Sin ese proceso, no serán capaces de manejar lo que sienten, ya que no tienen suficiente léxico emocional para regular sus respuestas. Los niños aprenden a través de lo que observan, y no sería distinto con las emociones.

2. Aceptar todas las emociones

Las emociones son lo que son: una forma de expresión que, por sí solo, no deberían ser encasilladas en positivas o negativas, porque todas ellas son válidas y hablan de nosotros, de lo que sentimos. Prohibir la rabia, la envidia, los celos, la frustración, el enfado… intentar bloquearlos o desentenderse de ellos nunca trae nada positivo.

El camino debe ser justamente explicar al niño/a que son respuestas naturales, que todos nos sentimos así en algún momento, pero que es importante aprender a manejar estos estados emocionales de la mejor forma, para que nadie salga perjudicado.

3. Naturalizar la libre expresión

Hablar de cómo se siente, dar detalles del estado emocional actual, con ejemplos sencillos y adaptables a la rutina de los más pequeños, debe ser un ejercicio continuo para ser capaces de naturalizar la expresión emocional

Es importante que el niño/a se sienta cómodo para hablar, para se expresar a todo momento, y que el diálogo sobre emociones no sea motivado únicamente en momentos difíciles.

4. Comprender la diferencia entre sentir y reaccionar

Otra parte importante de educar las emociones es dedicar tiempo a explicar a los niños que una emoción no siempre tiene que derivar en acción. Es decir, hay que apoyarles en la expresión, decir que no hay problemas en sentirse enfadado, por ejemplo, pero que esto no da derecho a insultar o agredir a un colega o conocido. 

Durante ese proceso, es fundamental trasladar el apoyo incondicional, dejar claro que el afecto y el amor que sientes por él/ella no depende del tipo de emoción que sienta. De esta forma se sentirán más seguros para trabajar la autoaceptación y mejorar la gestión emocional.

5. Potenciar la empatía

Del mismo modo que se desarrolla un trabajo continuo para enseñar a este niño/a a identificar sus emociones, se le debe enseñar a identificar cómo se sienten los demás. Reconocer estas emociones, comprenderlas desde el respeto es lo más importante de cara a enseñar el valor de la empatía.

Beneficios de la inteligencia emocional 

Beneficios de educar con inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia

Los beneficios de la inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia son numerosos y van más allá de los ya mencionados. Los expertos en crianza y psicología infantil entienden la educación emocional como una forma de prevención de múltiples situaciones de vulnerabilidad:

“La educación emocional supone la adquisición de competencias que se pueden aplicar a una multiplicidad de situaciones, tales como la prevención del estrés, de la ansiedad, de la depresión, de la violencia, del consumo de drogas, etc. Significa desarrollar competencias básicas para la vida, como subir el umbral de tolerancia a la frustración, prevenir los efectos nocivos de las emociones negativas, desarrollar la habilidad de automotivarse, adoptar una actitud más positiva ante la vida, aprender a fluir.”

La inteligencia emocional es un excelente recurso para hacer frente a problemas de aislamiento, impulsividad, falta de disciplina, agresividad, nerviosismo y baja autoestima, cada vez más comunes entre los niños y los adolescentes. El desafío reside justamente en ser capaz de apoyar este niño o adolescente en su  proceso de educación y desarrollo emocional, asegurando de usar sus competencias emocionales para el bien, y no para propósitos poco admirables u honestos.

No hay dudas de que educar con inteligencia emocional puede suponer un reto pero, a parte de ser muy gratificante, fomenta las bases para ser una persona más abierta, sociable y feliz, con autoestima fortalecida y preparada para lidiar con las adversidades de forma más positiva.

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Bibliografía del artículo

  • Emotional intelligence: What it is and why it matters. Cherniss, Cary, Rutgers University, 2000. https://www.researchgate.net/publication/228359323_Emotional_intelligence_What_it_is_and_why_it_matters
  • The Importance of Emotional Intelligence: de Elaine Houston, 2019. https://positivepsychology.com/importance-of-emotional-intelligence/
  • Why Emotional Intelligence Matters More Than You’d Think: de Barry Winbolt, 2020. https://www.barrywinbolt.com/emotional-intelligence-matters/
  • ¿Cómo educar las emociones? La inteligencia emocional en la infancia y adolescencia. Hospital Sant Joan de Deu, 2012. https://faros.hsjdbcn.org/sites/default/files/faros_6_cast.pdf

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