¿Cómo trabajar la inteligencia emocional en niños? 5 Métodos para potenciarla

Muchos son los que se cuestionan si la capacidad de lidiar con las emociones es algo natural y, por lo tanto, una habilidad que surgiría en los niños en el momento oportuno, sin grandes complicaciones. Los especialistas en psicología infantil están cada vez más convencidos que no es así, de ahí la importancia de hablarles de las emociones desde la edad temprana.

¿Qué es la inteligencia emocional en los niños?

La inteligencia emocional en los niños es la capacidad de comprender y manejar las emociones de forma positiva, ya que el autocontrol es algo prácticamente inexistente en esta edad. 

Hablar de inteligencia emocional en la infancia es todavía más delicado y necesario que en la edad adulta, ya que los niños cuando están confrontados por la frustración, la rabia, los celos u otras emociones, carecen de experiencias previas similares y simplemente no tienen mecanismos estratégicos de reacción.

Es misión de padres y responsables ser capaz de ofrecerles los recursos necesarios para desarrollar sus capacidades en el campo de la inteligencia emocional, no solo como forma de aumentar sus posibilidades de éxito como también de permitirles crecer más felices y confiados. 

“Tener un CE (coeficiente emocional) elevado es por lo menos tan importante como tener un CI (coeficiente intelectual) elevado. Un estudio tras otro demuestra que los niños con capacidades en el campo de la inteligencia emocional son más felices, más confiados y tienen más éxito en la escuela. Igualmente importante es el hecho de que estas capacidades se convierten en la base para que nuestros hijos se vuelvan adultos responsables, atentos y productivos.”

Características de la inteligencia emocional en niños

Son muchas las características relacionadas a la inteligencia emocional y que se aplican tanto a la infancia como a la vida adulta. Las principales serían: 

• La expresión y comprensión de las emociones

Un niño que tiene confianza para expresar libremente sus sentimientos y emociones en un entorno seguro es un niño que amplía su vocabulario emocional y su conciencia sobre cómo su cuerpo y sus actitudes responden a las descargas emocionales.

• La empatía

Se dice de un niño empático aquel que no tiene problemas para reconocer las emociones de las otras personas y considerarlas tan válidas como las propias, actuando de forma espontánea cuando hace falta ayudar o consolar.

• La capacidad de adaptación

Un niño con capacidad de adaptación no se bloquea cuando hay novedades o cambios. Esto no quiere decir que no sufra, simplemente tiene más flexibilidad al ser capaz de expresarse y encontrar apoyo en los momentos de inseguridad.

• La persistencia

Los niños persistentes han aprendido a celebrar cada conquista pero también a valorar todo el proceso, ya que, a su manera, son capaces de reconocer en todas las experiencias una posibilidad de aprendizaje.

• El respeto

Cuando el niño aprende a ser considerado con los demás, empieza a actuar por el bien común, tratando de ser comprensivo, amable y empático. 

¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional en los niños?

Según los especialistas, una de las cosas indispensables para ayudar a los niños a desarrollar su inteligencia emocional es promover un entorno afectuoso y seguro, donde el proceso de reconocimiento y gestión de las emociones fluya de forma natural, sin presiones. Si te preguntas cómo lograrlo, ahí dejamos algunos consejos:

1. Empieza por las emociones básicas

Cuanto antes empezamos a trabajar las emociones básicas y cómo reconocerlas, más fácil es para los niños asumir como natural esta expresión en la convivencia con adultos y con otros niños. Puedes empezar a hacerlo antes de completar un año, enseñando dibujos con expresiones de alegría, sorpresa, tristeza, rabia, etc. y explicando cómo se sienten en cada una de las emociones básicas.

2. Enseña a nombrar las emociones

Cuando hablamos del desarrollo de la inteligencia emocional en la infancia, es fundamental dedicar tiempo a enseñar a los niños a poner nombre a las emociones y ampliar su vocabulario emocional. Con estructuras de causa-consecuencia y ejemplos cercanos a su rutina, es posible ampliar su conciencia su propia expresión y sobre los sentimientos de los demás:

• Estoy triste porque he perdido el partido de fútbol
• Tengo miedo a la oscuridad porque no me gusta estar solo
• Me gusta ir a clase porque hacemos dibujos

3. Trabaja la gestión emocional

Cuando el niño ya es capaz de reconocer, nombrar y expresar sus emociones, es llegado el momento de dar un paso más allá y hablar de la correcta gestión emocional. Explicar que ni siempre las reacciones que tenemos son las adecuadas. Dejar claro que el problema no está en sentir las emociones pero en no buscar la mejor forma de expresarlas. 

4. Fomenta la comunicación y el diálogo

Es importante ayudar a los niños a desarrollar su comunicación y una de las mejores formas de lograrlo es a través del ejemplo. Haz preguntas, motiva la expresión de sus pensamientos y sentimientos, pide su opinión sobre situaciones del día a día, pero sobre todo ten paciencia para contestar sus preguntas y dialogar.

Aprovecha este momento para enseñarles que no hay comunicación sin saber escuchar, que el silencio en un diálogo es tan o más importante que los momentos de hablar.

5. Actividades de inteligencia emocional para niños

La mejor forma de trabajar la inteligencia emocional en la infancia es trasladarla al juego, el lenguaje que mejor comprende los niños. Hay una serie de actividades que puedes utilizar para potenciar el reconocimiento de las emociones, mejorar la comunicación, aumentar la tolerancia a la frustración y mejorar la educación emocional:

• Dibujar emociones
• Juego de adivinanza - ¿Qué emoción estoy sintiendo?
• Cuentos para trabajar las emociones y la expresión de los sentimientos
• El semáforo de las emociones
• Emocionario (diccionario de emociones)

No hay dudas de que los niños viven un gran momento de aprendizaje y descubiertas. Nada mejor que aprovecharlo para hablar de la importancia de la inteligencia emocional, una vez que los resultados positivos se notan en la infancia pero también son decisivos para que este niño/a se convierta en un adulto más integrado y feliz.