La hipnosis clínica es una técnica terapéutica que permite descubrir nuevas formas de interpretar nuestros problemas más intrínsecos. Este tipo de métodos que permiten acceder a nuestro inconsciente puede llegar a hacernos visibles aquello que debemos cambiar para mejorar nuestras vidas en diversos aspectos. De esta forma, la hipnosis es una terapia afectiva para mejorar nuestra salud mental y física.
¿Qué es la hipnosis?
La hipnosis implica un estado mental que tiene muchas semejanzas con el trance, es decir, durante su inducción se experimenta una mayor atención, concentración y sugestión por parte de los pacientes. Las personas que han experimentado la hipnosis la describen como un estado similar al sueño, en el cual su atención se percibe más enfocada y se crean una serie de fantasías vívidas relacionadas con aquello que se pregunta.
A pesar de que las personas que están en un estado hipnótico a menudo parecen somnolientas y distraídas, en realidad estas están en un estado de hiperconciencia en el que pueden acceder de una mejor forma a su lado más inconsciente. De esta forma, se logra una mayor capacidad para afrontar los problemas más difíciles de su vida.
La hipnosis es un estado psicosomático con características muy similares al sueño, pero de origen artificial. Es un proceso que implica el estrechamiento de la conciencia, que puede ser inducido por un operador externo o autoinducido. Veamos en detalle en qué consiste la hipnosis, el poder de la hipnosis, los tipos de hipnosis, qué es la hipnosis terapéutica y cómo se utiliza la hipnosis en psicología.
Etimológicamente, la palabra hipnosis significa "dormir". La hipnosis a menudo se considera un hecho perturbador y paranormal, pero en realidad la hipnosis es un fenómeno natural que se produce en varios niveles. Basta pensar en cómo nos aislamos totalmente cuando admiramos un paisaje, leemos un libro o vemos una película que capta totalmente nuestra atención. Esto es exactamente lo que sucede con la hipnosis: hay algo que capta nuestra atención de forma exclusiva y omnipresente, y ni siquiera nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor.
Durante el procedimiento de hipnosis, el sujeto experimenta cambios importantes a nivel sensitivo, perceptivo, cognitivo y conductual a través de diferentes tipos de técnicas de inducción. La fase inicial incluye sugerencias de relajación, bienestar y calma. La hipnosis puede inducirse mediante imágenes o sonidos, que el paciente percibe intensamente tanto física como psicológicamente. Cuando el sujeto se encuentra en un estado hipnótico, puede influir en su comportamiento psicofísico e influir profundamente en sus acciones y decisiones.
Al igual que ocurre en el sueño, incluso en la hipnosis se produce una fatiga de los músculos oculares, provocada en este caso por fijar intensamente la mirada en un objeto. Se altera la conciencia y con ella las percepciones del sujeto. La ventaja de este estado de alteración es que gracias a la anulación de la voluntad, es posible intervenir directamente sobre la mente y modificar conductas y hábitos poco saludables, trastornos de la conducta y del sueño, recuperar el equilibrio psicofísico y la armonía. Durante la hipnosis, la conciencia del sujeto se amplifica y permite al terapeuta intervenir a través de sugerencias. Un uso interesante de la hipnosis es el que hacen los actores, que en algunos casos recurren a ella para adentrarse en el personaje e involucrar a los espectadores.

Origen de la hipnosis
El origen de la hipnosis moderna se puede identificar a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, con las teorías y estudios del médico alemán Mesmer (1734-1815). Según la medicina, cualquier tipo de enfermedad se interpretaba como una enfermedad física, curable solo por métodos físicos, es decir, medicamentos, dietas y cirugía. Más tarde, con electroshock. La hipnosis pretende ser una alternativa a los métodos invasivos para solucionar determinados trastornos, a menudo de naturaleza psicológica.
Gracias a las teorías astronómicas de Isaac Newton, Mesmer comienza a estudiar la influencia de las estrellas en el hombre, el magnetismo (fuerza gravitacional) y lo utiliza para tratar pacientes con problemas psíquicos y psicosomáticos. Fue en 1773 cuando Mesmer trató a su primer paciente con magnetismo, una mujer que sufría crisis nerviosas. Otro elemento considerado muy importante en el proceso de tratamiento fue la relación médico-paciente. Mesmer tenía un sueño: fundar una escuela de magnetismo. Sometió el proyecto al escrutinio de la Academia de Ciencias y la Facultad de Medicina de París, pero la respuesta fue negativa y de este hecho supuso la condena de sus teorías.
No fue hasta muchos años después cuando las técnicas hipnóticas se reanudaron con autorización médica, cuando en 1840 John Elliotson, un médico inglés, las utilizó para intervenciones quirúrgicas.
Sigmund Freud (1856-1939) recurrió a la hipnosis en psiquiatría, cuando la utilizó para estimular los recuerdos que habían provocado el trauma para superarlo. Posteriormente abandonó la hipnosis, centrando el psicoanálisis en el concepto de transferencia y en el papel del psicoterapeuta.
En la segunda mitad del siglo XX, con el psiquiatra estadounidense Milton H. Erickson, los estudios de la hipnosis alcanzaron la autoridad científica. El psiquiatra fundó una terapia hipnótica llamada "hipnosis ericksoniana". En su método, el sujeto en trance nunca está completamente a merced del hipnoterapeuta, sino que participa conscientemente en el proceso hipnótico. Existen diferentes grados de hipnosis (leve, media, profunda), según las características de la persona y los objetivos a alcanzar.
¿Qué es la hipnosis clínica?
La hipnosis clínica es un estado alterado de conciencia, entre el sueño y la vigilia, durante el cual se inducen estímulos que involucran al cuerpo y llevan a los dos hemisferios cerebrales a dialogar entre sí. De esta forma la parte racional y la parte irracional se comunican entre sí. La mente es receptiva y puede observar lo que sucede, escuchando el diálogo entre las partes.
La primera condición fundamental para una terapia de hipnosis clínica eficaz es la confianza y la empatía en la relación paciente-terapeuta. Si el paciente no tiene total confianza y no se suelta, la terapia no será eficaz. El terapeuta procede con la hipnosis y lleva al paciente a un estado de trance gracias a asociaciones de ideas y palabras específicas y el paciente es capaz de identificar y manejar el dolor, aceptando la existencia. El dolor no se elimina, sino que cambia la forma de interpretarlo.
La hipnosis se puede utilizar en diferentes situaciones, desde el tratamiento de dolores crónicos como la migraña, o para el parto, para dar inyecciones, o para intervenciones sin anestesia. Pero no solo eso. La hipnosis clínica, como ya se ha comentado, se usa para tratar los trastornos alimentarios, el sueño, el tabaquismo, el alcoholismo, la ansiedad y muchos otros. El hecho de que no tenga efectos secundarios lo convierte en la solución perfecta para todos aquellos que no pueden utilizar otras terapias.
Una rama de la hipnosis clínica es la hipnosis regresiva, que consiste en llevar a una persona atrás en el tiempo, para que reviva sucesos del pasado, pero de forma controlada. El fundador y exponente principal de esta técnica es el Dr. Brian Weiss.

¿Qué es la hipnosis ericksoniana?
La hipnosis ericksoniana es el modelo fundado por Milton Erickson entre 1920 y 1970. El logro de Erickson fue rehabilitar el método de hipnosis, que llevaba tiempo en desuso, y dotarlo de autoridad científica. Erikson afirma que durante el trance hipnótico hay una alteración en la relación con la realidad externa y la creación de una relación con la realidad abstracta. Hay diferentes formas de inducir el estado de trance, y el éxito de la terapia depende de encontrar el método de hipnosis adecuado para cada paciente específico. En la sesión se reducen las distracciones, pero se mantiene la voluntad del paciente.
La teoría se basa en el hecho de que cada 90 minutos el cerebro pasa de un estado de conciencia (alerta) a un estado alterado de conciencia que dura unos 10 minutos. Para inducir la hipnosis, y por tanto producir este estado de alteración de la conciencia, existen diversas técnicas. Lo que importa es inducir una relajación profunda para que el cerebro ponga en marcha la producción de serotonina y endorfina, las hormonas del bienestar que provocan la liberación de frenos inhibidores. El sujeto está consciente y enfocado en su persona como un todo y participa activamente en la sesión guiado por el terapeuta. El sujeto no está indefenso sino que tiene su propia capacidad y voluntad, tanto que es capaz de desarrollar habilidades auto-hipnóticas.
Otro elemento muy importante es la observación hipnótica. A partir de la observación cuidadosa del terapeuta, el paciente aprende a observarse con interés y a interpretarse a sí mismo.
Erickson funda un método con un enfoque natural, es decir, se basa en la aceptación de la situación en la que se encuentra el sujeto, y su uso, pero no tiene el intento de reestructurarla desde un punto de vista psicológico. Lo que ocurre durante el trance hipnótico, el estado de alteración inducido, es un estado que el sujeto experimenta en su vida diaria con normalidad. Aunque pueden ocurrir fenómenos excepcionales durante la hipnosis, como catalepsia, anestesia, amnesia, reminiscencias, movimientos de las extremidades, estos son solo consecuencias del estado de trance y no el foco de la terapia.
La hipnosis de Erickson se basa en el hecho de que durante el estado de trance, las ideas y la forma de interpretar los recuerdos pueden ser reorganizadas, espontáneamente y no forzadas por el terapeuta. Gracias al proceso de re-asociación y reorganización, el paciente podrá completar el proceso de curación. Durante la terapia se produce un diálogo paciente-terapeuta fundamental para la consecución de los objetivos.
¿Para qué sirve la hipnosis?
La hipnosis se utiliza para controlar y tratar diversos problemas y trastornos, que incluyen dermatológicos, digestivos, cardiovasculares, asma, cuidados paliativos, terapias para el dolor, depresión, trastornos sexuales y dietéticos, adicciones, ansiedad y muchos otros. Pero no solo esto. La hipnosis también se puede utilizar para estimular la creatividad, mejorar el rendimiento físico y mental, mejorar la concentración y la productividad, y también como ayuda para el parto. Veamos en detalle algunos de los usos más frecuentes de la hipnosis.
1. Hipnosis para dejar de fumar
Existen opiniones contradictorias sobre la eficacia de la hipnosis para dejar de fumar. Los resultados no son inmediatos, hay que esperar unos seis meses y no siempre son definitivos. Al mismo tiempo, no siempre se utilizan las mismas técnicas. Existen métodos de hipnosis para dejar de fumar que se basan en sugerencias, otros que implican largas sesiones de tratamiento, otros en cambio se basan en técnicas personalizadas para cada paciente, existen técnicas individuales y otras que son grupales.
Como siempre, la determinación del paciente y la confianza que deposita en el éxito del proceso de hipnosis y en el terapeuta desempeñan un papel fundamental. Se utilizan diversas técnicas para dejar de fumar, como la inducción hipnótica, refuerzo positivo, refuerzo negativo, visualización del futuro en el que el sujeto se libera de condicionamientos, el tabaco se presenta como adicción, debilitamiento de la persona y un veneno, y el paciente debe emprender esta lucha por su propio bienestar y libertad.

2. Hipnosis para dormir
La psicoterapia cognitivo-conductual utiliza la hipnosis para tratar el insomnio. La sesión se desarrolla con sujetos despiertos y conscientes y en un estado de relajación profunda, lo que permite alcanzar un estado de gran concentración, receptividad a nueva información y la posibilidad de modificar la conducta. Son sugerencias creadas conjuntamente por el terapeuta y el paciente, personalizadas, que se registran para que el paciente pueda relacionarse con las sesiones y practicar la autohipnosis.
La hipnosis es un estado de alta concentración en el que la persona puede gestionar eficazmente sus pensamientos y preocupaciones. Esto promueve la tranquilidad y el sueño, superando las resistencias cognitivas gracias a la relajación y focalizando la atención. La hipnosis es un método eficaz y sobre todo evita recurrir al uso de fármacos.
3. Hipnosis para adelgazar
Al igual que en el caso del tabaquismo, la hipnosis puede resultar muy útil incluso en lo que respecta a la dificultad para adelgazar. Incluso en este caso, se trata de una falta de fuerza de voluntad y de una incapacidad para superar las propias debilidades. Eres consciente de lo que es conveniente para tu salud psicofísica, pero no eres capaz de introducir un comportamiento correcto. A menudo, las causas de estas limitaciones se desconocen y actúan como un obstáculo para el cambio.
Gracias a la terapia hipno conductual es posible adelgazar y mejorar los hábitos alimentarios y, en consecuencia, la imagen de uno mismo. Son muchas las personas que padecen hambre emocional. Personas que comen descontroladamente por compensación, estrés, soledad, tristeza. Comiendo, buscan un momento de consuelo. Gracias a la hipnoterapia se puede eliminar esta relación falsa y engañosa y corregir este comportamiento nocivo. Durante la sesión el terapeuta y el paciente dialogan y el terapeuta proporciona al paciente las herramientas adecuadas para afrontar los momentos de crisis, adaptándose a cada persona.
¿Cómo se hace la hipnosis?
Existen varias técnicas de hipnosis. Los principales tipos de hipnosis son:
- Visualización
- Sugerencias
- Renovación
- Hipnosis metafórica
- Regresión (hipnosis regresiva)
- Fast Phobias Technique
- Progresión
- Fondeo
- Affect bridge
Cada técnica tiene sus propias características y, dependiendo del paciente y de la situación, el terapeuta tendrá que inclinarse hacia una u otra. Las personas son muy diferentes entre sí, por lo que un buen terapeuta, antes de decidir qué tipo de técnica de hipnosis utilizar, deberá realizar un estudio minucioso del tema. Para que la terapia tenga éxito, el paciente debe estar informado y consciente para manejar las expectativas y los miedos, y eliminar cualquier resistencia.

Como ya hemos visto, el trabajo de la hipnosis y su eficacia están fuertemente ligados a la relación de confianza y empatía que existe entre paciente y terapeuta. El hecho de que un terapeuta conozca diversas técnicas de hipnosis es una ventaja importante, pues le permite experimentar y encontrar el método más adecuado para cada paciente y así poder resolver incluso las situaciones más difíciles.
Además de las técnicas de hipnosis, también existe la autohipnosis o hipnosis autoinducida. Veamos qué es y cómo funciona la autohipnosis:
En primer lugar, hay que concentrarse profundamente en una palabra, una idea o una imagen. Un texto interesante sobre la autohipnosis es el que escribió el Dr. Herbert Benson, "Respuesta de relajación". El Dr. Benson expone en su teoría que la autohipnosis es posible gracias a un trabajo de concentración en una idea, una imagen o una palabra. Gracias a esta técnica es posible inducir la hipnosis a otra persona o a uno mismo. Pero, ¿cómo funciona el método de Benson para alcanzar un estado de trance con autohipnosis? Es un método que consta de los siguientes pasos:
- Elegimos el objeto en el que centrar nuestra atención
- En un lugar tranquilo, cerramos los ojos y comenzamos a concentrarnos
- Nos enfocamos en nuestra respiración y relajamos todos los músculos de nuestro cuerpo
- Pensamos en silencio sobre el objeto que hemos elegido para el trabajo de autohipnosis
- Continuamos durante 10/20 minutos, dependiendo de nuestro nivel de concentración
- Si perdemos el objeto durante la meditación, debemos recuperarlo y devolver nuestros pensamientos hacia él.
- Cuando ha pasado el tiempo que hemos decidido dedicarle a la práctica, abrimos los ojos.
¿Cómo aprender hipnosis?
Hay diferentes formas, al igual que existen diferentes metodologías y diferentes usos de la hipnosis. En primer lugar tenemos que elegir qué tipo de técnica queremos aprender y por qué. En segundo lugar, es recomendable preferir una formación oficial y certificada, existen varios cursos de psicoterapia hipnótica que están dirigidos a personal médico, psiquiatras y psicólogos.
No faltan reuniones periódicas sobre el tema de la hipnosis, talleres, cursos de formación online, perfectos para aquellos que aún no conocen en profundidad en qué consiste la hipnosis y quieren empezar a dar sus primeros pasos en esta disciplina. Antes de elegir, es recomendable practicar como paciente, saber qué es y poder abordar uno u otro método con mayor conciencia. De la misma forma se puede practicar la autohipnosis, para adquirir una herramienta adicional para aprender sobre hipnosis.
Escrito por
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