¿Qué es el autohipnosis? 14 Pasos para realizarla

¿Alguna vez te has encontrado completamente absorto en tus pensamientos o en un libro? Si es así, es muy posible que hayas experimentado una forma de autohipnosis. Pero, ¿para qué sirve este tipo de hipnosis y cómo podemos usarla a nuestro favor?

¿Qué es la autohipnosis?

La autohipnosis implica concentrarse de manera muy focalizada mientras expresamos sugerencias positivas para alcanzar nuestras metas y objetivos. A diferencia de la hipnosis, esta implica una práctica individual, por lo que no se consiguen los mismos efectos. Aun así, puede ser una práctica muy enriquecedora, ya que permite un mayor control sobre nuestros pensamientos y reacciones.

¿Cómo hacer autohipnosis?

Una manera de realizar autohipnosis paso a paso es la siguiente:

1. Ponte cómodo/a: Procura llevar una ropa que te haga sentir cómodo/a y a gusto contigo mismo/a. Es decir, prendas que promuevan la relajación mental y física.
2. Encuentra un lugar adecuado: Para realizar la autohipnosis es necesario estar en una habitación tranquila, donde nadie te pueda molestar. Además, deberás silenciar tu móvil y sentarte en un lugar cómodo.
3. Fíjate un objetivo: Antes de empezar con la autohipnosis intenta tener un objetivo claro, ya sea mejorar tu autoestima, dormir mejor o dejar un hábito que te perjudica.
4. Enfoca tu mirada: Busca algo sencillo dentro de tu línea de visión donde puedas concentrarte, ya sea un punto imaginario o uno real. Una buena manera de conseguir enfocar tu concentración puede ser encendiendo una vela y centrarte en la llama.
5. Empieza a respirar lenta y profundamente: Inhala por la nariz y exhala lentamente por la boca, dejando que nuestros ojos descansen en el punto de enfoque. Cada vez que respires intenta imaginar que tus párpados se vuelven más y más pesados. Continúa con este ejercicio hasta que los sientas tan pesados que te cueste mantenerlos abiertos.
6. Continúa relajándote: Con los ojos cerrados, sigue respirando lentamente, concentrándote en la respiración para evitar que tus pensamientos se desvíen. Cuando te desvíes, vuelve a conectar con ellos a través de la respiración. Además, intenta relajar cada una de las partes de tu cuerpo que se sientan tensas.
7. Visualiza: Usando tus sentidos, intenta crear un lugar mental más tranquilo. Por ejemplo, puedes imaginar una zona donde paseabas o jugabas de pequeño/a y te sentías a gusto.
8. Pasa un rato en este lugar: Cuando empieces a tranquilizarte a través de esta visualización, intenta imaginar que tu cuerpo empieza a volverse cada vez más pesado, como si estuvieras a punto de quedarte dormido/a. Intenta sentir todas las sensaciones que tendrías relajándote en el lugar que has imaginado.
9. Afirma tu estado de relajación: Para calmar aún más tu cuerpo y mente, puedes intentar afirmar tu estado de relajación a través de las siguientes afirmaciones: ‘Estoy tranquilo/a’ o ‘Estoy en paz’.
10. Avanza hacia tus objetivos: Una vez sientas que estás completamente tranquilo/a, intenta usar la visualización para centrarte en el objetivo que has establecido al principio.
11. No escatimes en detalles: Haz que tu escena sea lo más vívida posible. E intenta dar forma a estos instantes a través de tus sentidos: el olor que hace, el tacto de lo que hay a tu alrededor, etc.
12. Afirma tu objetivo: Mientras te imaginas consiguiendo tu objetivo, repítelo mentalmente, por ejemplo: ‘Tengo más confianza en mí’ o ‘He dejado de fumar y ya no me apetece’. Al decir estas palabras siempre hazlo con ánimo y compasión hacia ti mismo/a.
13. Vuelve a la normalidad: Cuando lleves un rato recreando esta situación, prepárate para salir de este estado hipnótico. Imagina con cada inhalación que atraes la energía que te rodea y que cada exhalación hace que esta recorra tus venas.
14. Despiértate: Empieza a contar hacia atrás desde 10 diciéndote a ti mismo/a que al final de este conteo, acabarás abriendo los ojos, siendo la persona que te has imaginado.

Debes tener en cuenta que la autohipnosis no funciona para todo el mundo. Sin embargo, muchos expertos coinciden en que este método es muy beneficioso para que las personas consigan tener mayor motivación hacia sus metas. Esta práctica hecha de manera regular puede ayudarte no solo a dejar de procrastinar, sino a tener mayor confianza y más seguridad en tus decisiones.