Las 6 mejores actividades de musicoterapia para niños
Más allá de una forma de distracción o relajación, la música es una gran aliada en el desarrollo de los niños. ¿Aún no conoces la musicoterapia infantil? Descubre todos sus beneficios.
Cuando se trata de trabajar el desarrollo cognitivo y emocional de los niños, es común surgir muchas dudas, incluso porque actualmente existen diferentes abordajes y terapias para ello. La música, por sus características de melodía y ritmo, tiene un impacto significativo cuando se utiliza como forma de terapia en el desarrollo infantil.
¿Qué es la musicoterapia para niños?
La musicoterapia para niños puede ayudar en la superación de varios tipos de problemas, como dificultades cognitivas, emocionales, de interacción social, así como otros aspectos psicológicos o físicos. A través de juegos musicales, cantos, utilización de instrumentos y otras formas de expresión, la musicoterapia facilita la comprensión de las capacidades y dificultades que tiene el niño, pero también ayuda a entender lo que necesita o desea. Como resultado, la visualización de las soluciones a los posibles problemas y las formas de alcanzar los objetivos deseados serán más claras.
Beneficios de la musicoterapia para niños
A menudo es más difícil para los niños hablar de sus dificultades o expresar sus emociones. La musicoterapia como herramienta de intervención puede ayudarles a comprender mejor sus experiencias, a cambiar los comportamientos problemáticos y a lograr una mayor regulación emocional. La musicoterapia tiene beneficios que se reflejan en el funcionamiento del sistema neurológico, así como en los aspectos psicológicos, emocionales, físicos y sociales.
La musicoterapia es una técnica que afecta positivamente al aspecto emocional mediante la activación de emociones o recuerdos. Esto permite comprender lo que siente el niño y ayudarle a regular esas emociones, conduciendo a una manera positiva de gerenciar y expresar lo que siente. Mejora la capacidad de comunicar del niño, ya que la música es una forma de comunicación no verbal. Además, facilita la expresión de emociones, la solución de problemas de interacción social y también el cambio de conductas problemáticas.
Los estímulos auditivos aportan una gran mejora en la capacidad de atención, pero también son capaces de proporcionar la relajación o la distracción necesarias, según el objetivo que se quiera alcanzar. Según el aspecto cognitivo, mejora considerablemente las habilidades de comprensión y el intelecto, facilitando el cambio de significados y creencias preestablecidas. Otro beneficio bastante importante de la musicoterapia para los niños es que ayuda a desarrollar el sistema motor, incluso los relacionados con los trastornos.
Principales actividades de musicoterapia para niños
Hay una serie de actividades de musicoterapia que se pueden realizar con los niños. Si necesitas apoyo en este sentido, un profesional especializado podrá conducir la terapia musical con actividades especialmente diseñadas para cada necesidad, considerando el perfil y la edad de cada niño.
1. Escuchar música
Naturalmente, el niño muestra un gran interés por los sonidos que le rodean desde su nacimiento, dirigiendo su atención, percibiendo e interactuando con ellos. La musicoterapia para bebés y niños como forma de escucha musical es una actividad bastante accesible para todos. Pretende que el niño, al escuchar ciertas canciones que se eligen específicamente para él y que tienen algún significado que se quiere explorar, pueda ser llevado a su mundo interior, reviviendo recuerdos, expresando emociones y moldeando comportamientos. También permite asimilar los significados y los lenguajes que se desean desarrollar.
2. Cantar
El canto es una técnica muy utilizada en las sesiones de musicoterapia para niños. En sí mismo, es una poderosa herramienta de expresión, autocomprensión, desarrollo y mejora de la autoestima.
“El trabajo vocal contribuye también a reducir las tensiones internas y físicas, porque el niño se implica por completo, física y mentalmente, cuando canta. Su atención se concentra en la respiración, la postura, la melodía y el ritmo del canto. La tensión «malsana» queda neutralizada por una tensión ‘controlada’, necesaria para la ejecución del canto. En el canto coral, todas las voces se unen para sostener el canto de cada uno”.
3. Tocar instrumentos
Cuando un niño ve un instrumento musical, su primer reflejo es tocarlo, aunque no tenga ni idea de cómo utilizarlo. Es una iniciativa natural y la musicoterapia aprovecha esta atracción que los niños sienten por los instrumentos para desarrollar habilidades y tratar las dificultades que puedan presentar. Entre otros beneficios, la musicoterapia con instrumentos ayuda en el tratamiento de trastornos psicomotrices, mejorando la coordinación y, si son instrumentos de viento, pueden ayudar en el control respiratorio.
4. Moverse
Trabajar el aspecto músico como terapia también es bastante positivo como forma de expresión, así como de desarrollo cognitivo y motor, ya que cuando el niño escucha la música se pone a moverse. Contribuye, además, a reducir la ansiedad y el estrés.
“A menudo, la canción va acompañada por movimientos y permite que el cerebro se active por partida doble, en el plano motor y en el intelectual, haciendo trabajar la memoria”.
5. Improvisar
La actividad de improvisación musical puede incluir el uso de instrumentos, sonidos vocales o canto, movimiento o cualquier otro tipo de interacción musical necesaria para que el niño se exprese libremente. Su objetivo es dar rienda suelta a la creatividad y liberar emociones. Hace más evidente el estado de ánimo del niño, que se pone de manifiesto en el tono o el ritmo que emplea. También es una forma de desarrollar la comunicación y es un potente instrumento de socialización.
6. Componer una canción
La composición de canciones es una actividad que desarrollará la capacidad de expresión del niño y también exteriorizará sus sentimientos y pensamientos. Hace más evidentes sus angustias y dificultades, así como los significados aprendidos de sus experiencias. Puede sacar a la luz algunas situaciones emocionales que deben ser tratadas, así como la forma en que el niño ve el mundo que le rodea y se relaciona con otras personas. El niño también se sentirá orgulloso de sí mismo por haber cumplido el objetivo de la actividad, lo que aumentará su autoestima y la confianza en sí mismo, algo que se reflejará de forma positiva también en su vida adulta.