¿Cómo practicar la meditación activa? 4 Consejos para meditar en movimiento

¿Por qué deberías probar la meditación activa? ¿Qué implica este tipo de meditación y para quién puede ser más beneficiosa? Descubre algunos consejos para integrar la meditación en tu rutina diaria.

24 NOV 2022 · Lectura: min.
Meditación activa

La meditación activa se trata de una manera de meditar que implica movimiento. Es decir, se trata de concentrarse en una tarea que estás realizando en este momento e incorporar la meditación consciente en esta rutina. Por lo tanto, consiste en conectar con el presente mientras se realizan otras actividades diarias. Pero, ¿cómo podemos practicar este tipo de meditación?

¿Qué es la meditación activa?

La meditación activa implica prestar atención a todo lo que ocurre tanto en nuestro cuerpo como a nuestro alrededor mientras realizamos una tarea, es decir, consiste en volvernos más conscientes del momento presente y de nosotros/as mismos/as durante una acción. Este tipo de meditación puede ayudarte a apreciar cada uno de los instantes de nuestra vida cotidiana.

Ejemplos de meditación activa

Como hemos mencionado, la meditación activa implica encontrar momentos de meditación durante las actividades o tareas que hacemos en nuestro día a día. Algunas de las maneras en las que puedes practicar la meditación activa son los siguientes:

  • Preparar la comida: Mientras cocinas puedes intentar centrarte en esta tarea con tus cinco sentidos, es decir, observando las sensaciones que tienes sin juzgarlas. Por ejemplo, intenta notar qué temperatura tienen los objetos o comida que tocas con tus manos, así como el tacto, la olor, o cada detalle visual que puedas observar. Además de prestar atención al exterior, es decir, a todos los elementos que pasan por tus manos o están a tu alrededor, intenta también notar las emociones o sentimientos que percibes dentro de ti.
  • Limpieza: El simple acto de lavar un plato también puede hacerte más consciente de cómo te sientes. Cuando estés limpiando, fíjate en el agua que sale del grifo e intenta sentir como el agua impacta en tu piel y qué sensaciones puede aportarte cada pequeño gesto que hagas para seguir limpiando.
  • Caminar: La meditación caminando también implica meditar activamente. Por ejemplo, concentra tu atención en la manera en la que interactúas con la gravedad. Además, también puedes fijarte en cómo la brisa te acompaña durante este acto o todo lo que está pasando en tu alrededor.
  • Ducha: Otra de las maneras de realizar una meditación activa es durante la ducha. Mientras el agua fluye por tu cuerpo, intenta sentir todo con lo que estás interactuando. Por ejemplo, el sonido del agua, el olor de champú o el jabón. Incluso, si quieres ir un paso más allá, intenta imaginar cómo tus preocupaciones desaparecen.

Beneficios de la meditación activa

La meditación activa puede beneficiar las personas que tienen dificultades para incorporar esta práctica en su ajetreada rutina. Además, también es ideal para aquellos/as que tienen dificultades para permanecer quietos o incluso intentar dedicar unos instantes a estar en silencio con ellos/as mismos/as.

En muchos casos, este tipo de meditación puede ser una manera de meditar más accesible para las personas que tienen un historial de traumas que ante esta práctica tienen muchos sentimientos de ansiedad. También está recomendada ante el insomnio, ya que uno de los beneficios de la meditación activa es que mejora el estado de ánimo y incita a una mayor relajación mental y corporal.

Cómo practicar una meditación activa

¿Cómo practicar la meditación activa?

Algunos de los consejos que pueden ayudarte a practicar la meditación activa son los siguientes:

  1. Fíjate en los detalles: Solemos pasar por la vida sin fijarnos demasiado con nuestro alrededor. Si deseas practicar la meditación activa, una de las maneras en las que puedes adentrarte en esta práctica es precisamente intentando darte cuenta de cada uno de los detalles que sueles pasar por alto: desde los olores, hasta los colores o las sensaciones que experimentas en un lugar concreto.
  2. Utiliza tus sentidos: Intenta prestar más atención a lo que sientes con cada uno de los sentidos de tu cuerpo. Al poner más conciencia en todos estos sentidos, tendrás que estar sí o sí en el presente.
  3. Céntrate en tus movimientos: Toma más conciencia de cómo se generan los movimientos en tu cuerpo y la reacción que crea en todo tu organismo y mente. Es decir, cómo se desarrolla y el efecto que tienen en ti.
  4. Medita junto a un hábito: Si quieres empezar a practicar la meditación activa, empieza a vincularla a un hábito que ya tengas muy integrado en tu rutina. Esto hará que te sea más fácil poder meditar mientras realizas una tarea. Por ejemplo, puedes intentar realizarla mientras te cepillas los dientes cada mañana o paseas a tu perro.

Ten en cuenta que la meditación activa no implica la multitarea, es decir, hacer más de una cosa a la vez. Por lo contrario, debes intentar ponerte más en contacto con tu cuerpo y mente mientras realizas una actividad concreta. Con el tiempo, practicar este tipo de meditación te ayudará a estar más en contacto contigo mismo.

Wellme
Linkedin
Escrito por

Wellme

Bibliografía del artículo

  • Crumpler, C (2022). Active Meditation: How to Meditate While You Move. Psych Central. https://psychcentral.com/health/active-meditation
  • Buzzard, B (2019). Meditation for People Who Can’t Sit Still. Better Humans. https://betterhumans.pub/the-complete-guide-to-active-meditation-techniques-for-people-who-cant-sit-still   

Deja tu comentario

últimos artículos sobre meditación