Las 8 mejores posturas para meditar y centrarte en tu interior

La meditación cada vez está ganando más popularidad debido a todos los beneficios que proporciona esta práctica. Aunque existen diferentes tipos de meditaciones, la realidad es que el objetivo suele ser el mismo: relajarte y aprender a estar en el presente.

Si te estás planteando empezar a meditar, debes tener en cuenta que esta práctica puede realizarse en cualquier momento, lugar o período de tiempo. Una de las claves que puede ayudarte a conseguir la meta de la meditación, es precisamente la postura en la que la realizas.

¿Por qué importa la postura en la meditación?

Para poder focalizar tu atención, es importante que tengas una buena postura corporal. Una de las posturas para meditar más conocida es la posición de loto, que implica colocarte con las piernas cruzadas y la columna recta. Según los estudios, esta posición ayuda a conectar el cuerpo con la mente.

Aun así, la mayoría de personas suelen tener poco tiempo para practicar la meditación, por lo que a veces puede ser difícil tomar esta iniciativa si te resulta incómodo realizar esta posición. Además, según las enseñanzas de Buda se enfatizaron cuatro posiciones para la meditación diferentes, es decir, sin especificar que ninguna sea mejor que las demás. Estas eran sentarse, pararse, caminar y acostarse.

Por lo tanto, no existe una postura de meditación mejor que otra. De esta forma, deberás elegir aquella que te resulte más cómoda a ti y la que te permita coger el hábito para obtener sus beneficios.

Claves para conseguir una buena postura para meditar

Independientemente de la posición para meditar que elijas, existen algunos consejos que deberías tener en cuenta para poder concentrarte en lo realmente importante: dejar la mente en blanco y estar en el aquí y el ahora. La meta de conseguir una buena postura es dar con aquella que te permita encontrar el equilibrio entre la calma y el estado de alerta. Algunas cosas que puedes tener en cuenta para ello, son las siguientes:

• Columna vertebral: Sobre todo es importante que tu espalda baja no esté encorvada o redondeada. Para conseguirlo, puede ser útil imaginar una cuerda desde la parte superior de tu cabeza que te levanta sutilmente.
• Espalda: Permite que tus hombros caigan hacia abajo y atrás para poder respirar ampliamente. Esto te ayudará a relajar el cuerpo y permite que el flujo de respiración sea más abierto.
• Barbilla: Mete tu barbilla ligeramente hacia adentro, ante este movimiento, debes sentir un estiramiento de la columna vertebral a través del cuello.
• Manos: Algunas tradiciones sugieren que puedes realizar posiciones simbólicas con las manos, denominadas mudras. Aun así, cualquier posición de las manos que te permita concentrarte puede ser ideal.

¿Qué posturas de meditación puedo hacer?

Las siguientes posiciones para meditar son las ideales si quieres beneficiarte de esta práctica:

1. Cuarto de loto: Esta postura para meditar implica que cada pie descanse debajo de la rodilla opuesta. Es decir, implica que estés de piernas cruzadas. Además, puede ser útil tener un cojín para levantar las caderas y poder rotar la pelvis hacia adelante lo suficiente para que la parte inferior de la espalda no se redondee.
2. Medio loto: Se trata de la misma que la del cuarto de loto, exceptuando que el pie izquierdo descansa sobre el muslo derecho o viceversa. Esta postura para meditar exige mucha flexibilidad, por lo que no es recomendable para las personas que no entrenen esta habilidad física.
3. Posición de loto completo: Aunque se trata de la posición más difícil para los principiantes, es la que tradicionalmente se practicaba más. Para realizar esta postura para meditar tendrás que poner cada pie sobre el muslo opuesto.
4. Posición birmana: La posición birmana implica tener ambos pies apoyados en el suelo frente a la pelvis. Se trata de una postura simple que es cómoda si eres lo suficientemente flexible para que tus rodillas descansen naturalmente en el suelo.
5. Meditación en silla: Coloca los pies en el suelo a la altura de los hombros. Además, te resultará más fácil mantener la columna vertebral erguida si te sientas más cerca del borde de la silla.
6. Postura de Seiza: Esta postura de meditación proviene de la tradición japonesa. Implica arrodillarte apoyando las piernas sobre sí mismas.
7. Meditación de pie: Otra de las maneras en las que puedes meditar es de pie. Esta posición puede ser útil en aquellos casos en que tengas un horario demasiado completo para poder dejar un momento para meditar.
8. Meditación acostada: Una opción viable es realizar la meditación acostado/a. Para meditar de esta manera, es recomendable acostarse boca arriba con los brazos a los lados y las palmas hacia arriba.

El objetivo principal es que encuentres una posición que sea cómoda para ti, que te facilite incorporar la meditación como un hábito en tu rutina diaria. Por lo tanto, si eres principiante, es recomendable que intentes probar con diferentes posturas de meditación que te permita conseguir incorporar esta práctica en tu vida.